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ELECCIONES MUNICIPALES EN GRANADA
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Los candidatos más jóvenes de las listas con opciones de obtener representación en el Ayuntamiento de Granada exponen sus puntos de vista sobre empleo, ocio, regeneración política...
Son Rafa, Arantxa, Isa, Álvaro, Lorena y Chema. No hacen pandilla y
aunque muchas cosas les separan, hay otra que les une de manera
indiscutible: son jóvenes. Algunos acaban de comenzar su formación
universitaria y otros la están terminando pero los seis miran al futuro
con similares dosis de incertidumbre, ilusión y compromiso. Un buen día
dejaron de 'despotricar' en la cafetería de la facultad y decidieron dar
un paso adelante y figurar en una lista electoral. Son los seis
benjamines de las candidaturas con opciones de obtener representación en
el Ayuntamiento de la capital dentro de dos domingos. Seis jóvenes
dispuestos a confrontar ideas y a que su imagen deje de asociarse a la
de una juventud preocupada únicamente en llegar pronto al botellódromo
para coger sitio. Y enseguida abren fuego.
«El botellódromo fue una buena solución y se creó a petición de los
jóvenes, que pueden reunirse en él para divertirse sin molestar a los
demás», sostiene Rafa Caracuel, número 13 en la lista del PP. Arantxa
Urrea (24º por la del PSOE) no tarda en darle réplica. «Molesta, y
mucho, a los vecinos porque es un foco de suciedad y problemas.
Reconozco que he ido pero es que, ante la falta de alternativas reales
de ocio para los jóvenes se ha convertido en una obligación».
Isa Rodríguez (6ª en la lista de IU) aboga por diseñar una oferta de ocio específica para los jóvenes en los barrios, una idea que comparte Álvaro Lario (8º en la lista de UPyD), aunque introduce un matiz. «La solución no es prohibir pero sí ofrecer otras alternativas. Se echan de menos conciertos, festivales o teatro. En todo caso, habría que cambiar su emplazamiento y llevarlo al otro lado de la autovía, aunque solo sea por cuestiones de seguridad».
Lorena Rodríguez (3ª en la lista de Ciudadanos) lamenta que las palabras Granada y botellón se hayan unido de forma indisoluble y muestra su solidaridad con los vecinos de la zona, al tiempo que reclama que los jóvenes sea oídos a la hora de plantear las alternativas de ocio. Chema Luis (20º de Vamos, Granada) va más allá y pone el acento en la relación entre jóvenes y alcohol. «Hablar ahora del botellódromo es hacer propaganda electoral. La realidad es que se ha adelantado la edad de empezar a beber y falta control policial. Hay que ofrecer más opciones para que los jóvenes se socialicen porque la verdad es que a veces vamos al botellódromo porque es un punto de encuentro, un lugar donde ver a la gente, no solo para beber», asevera el joven.
A pesar de sus diferencias los seis coinciden en la 'cercanía' para que los jóvenes confíen de nuevo en la política
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Isa Rodríguez (6ª en la lista de IU) aboga por diseñar una oferta de ocio específica para los jóvenes en los barrios, una idea que comparte Álvaro Lario (8º en la lista de UPyD), aunque introduce un matiz. «La solución no es prohibir pero sí ofrecer otras alternativas. Se echan de menos conciertos, festivales o teatro. En todo caso, habría que cambiar su emplazamiento y llevarlo al otro lado de la autovía, aunque solo sea por cuestiones de seguridad».
Lorena Rodríguez (3ª en la lista de Ciudadanos) lamenta que las palabras Granada y botellón se hayan unido de forma indisoluble y muestra su solidaridad con los vecinos de la zona, al tiempo que reclama que los jóvenes sea oídos a la hora de plantear las alternativas de ocio. Chema Luis (20º de Vamos, Granada) va más allá y pone el acento en la relación entre jóvenes y alcohol. «Hablar ahora del botellódromo es hacer propaganda electoral. La realidad es que se ha adelantado la edad de empezar a beber y falta control policial. Hay que ofrecer más opciones para que los jóvenes se socialicen porque la verdad es que a veces vamos al botellódromo porque es un punto de encuentro, un lugar donde ver a la gente, no solo para beber», asevera el joven.
A pesar de sus diferencias los seis coinciden en la 'cercanía' para que los jóvenes confíen de nuevo en la política
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